Tenemos buenas noticias. La Fundación Roviralta y el Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer nos va a ayudar a financiar un precioso proyecto que consiste en en la creación de cantinas populares para mejorar la situación nutricional y la salud de los niños de Kimwenza” que van a llevar a cabo las Misioneras de Cristo Jesús en Kinshasa.

Kimwenza es un barrio de Kinshasa (RDC) situado a 30 Kilómetros del centro de la ciudad. Es un barrio que se ha ido creando sin ningún plan de urbanización, construyendo en desorden y sin las condiciones sanitarias mínimas como agua potable, sanitarios o luz.

La erosión es uno de los grandes problemas del barrio. Estas construcciones desordenadas realizadas en lo alto y en las pendientes de distintas colinas hizo que se cortaran muchos árboles, que no se canalizara el agua de la lluvia que ha ido horadando la tierra y haciendo que muchas construcciones (casas particulares, colegios, iglesia, tiendas…) se hayan caído. Y avanza irremediablemente sin que el Estado tome ninguna medida.

El acceso al barrio desde Kinshasa se hace de una manera penosa, teniendo que circular por grandes agujeros, pendientes… debido a las condiciones de la carretera, socavada por una erosión galopante.

Kimwenza sufre los mismos problemas que el resto de la población de Kinshasa:

  • Falta de trabajo, lo que crea una carencia importante en cuanto a salud, educación, desarrollo y hace que la gente viva en la miseria
  • Mucha gente vive el día al día y a menudo con muchísima dificultad para poder tener una comida mínima equilibrada
  • Corrupción a todos los niveles
  • Problemas de agua, luz, carencia total de recogida de basuras
  • Falta de transporte, atascos diarios continuos
  • Inseguridad creciente (la gente ya no tiene nada que perder)
  • Stress y violencia en la población

El Padre Michel, párroco de la Parroquia Santa María de Kimwenza, propone crear en Caritas parroquial una pequeña estructura para encargarse de los niños malnutridos que se encuentran en nuestros barrios de Kimwenza, ya que, en sus visitas a las diferentes comunidades de base, había descubierto muchos niños malnutridos y pensó que la comunidad cristiana tenía que hacer algo.

Poco después el Covid comenzó y el confinamiento impuesto por el Estado frenó todo.

En enero del 2021 la Nutricionista del Hospital de Monkole dio una mini sesión de formación sobre la malnutrición a dos miembros del equipo y nos dio bandas MUAC para dar a los agentes comunitarios para detectar los casos.

En el mes de febrero se constituyó un pequeño equipo que recorrió los diferentes barrios de Kimwenza (13 en total): se tenía un encuentro con el jefe de barrio para presentarle el proyecto de encuadrar los niños malnutridos, y pedirle que buscara una persona que conociera bien el barrio que quisiera colaborar con el grupo de manera gratuita, para detectar y seguir a estos niños. A estas personas les llamaremos Agentes comunitarios.

El 13 de marzo se dio una formación a los agentes comunitarios para que pudieran realizar bien sus trabajos: conocer los diferentes tipos de malnutrición y carencias alimentarias. Se les repartió un brazalete MUAC a cada uno.  Después de compartir preguntas e informaciones el equipo los animo a recorrer los barrios para detectar los niños malnutridos para poder ayudarles.

El 17 de abril nueva reunión para recoger la información que nos traían los agentes comunitarios y se les dio de nuevo una formación sobre la importancia de una alimentación variada y equilibrada para el buen desarrollo de la persona.

De la información recibida, de los 6 barrios que la aportaron, se pudo concluir que hay 66 niños malnutridos, de los cuales 42 con una malnutrición severa y 24 con una malnutrición ligera.

Referente a los informes los agentes comunitarios informan que tuvieron muchos problemas para poder medir el brazo de los niños, pues los padres se oponían, quizá por vergüenza o desconfianza. Pensamos que cuando las familias vean el esfuerzo de Caritas parroquial por venir en su ayuda esta desconfianza desaparecerá.

El sábado 22 de mayo tuvo lugar la tercera sesión de formación con los agentes comunitarios enseñándoles a hacer una papilla mejorada. Se recibieron también los informes de los barrios que todavía no la habían presentado. Con esta nueva información los niños malnutridos llegaron hasta un total de 160 niños.

Contextualización del proyecto

La República Democrática del Congo es una nación que se encuentra dentro de los países más pobres del mundo. Según las estadísticas de la UNICEF, al año 2001, un 32% de la población no sabía leer ni escribir. Esta cifra es aún mayor para las mujeres donde la tasa de analfabetismo alcanzaba un 44%. Si bien durante los últimos años se ha trabajado intensamente en superar estas estadísticas, todavía queda un largo camino por recorrer. De acuerdo a la EDS – RDC (Encuestas demográficas y de salud del año 2013-2014), del total de la población activa, es decir de 15 a 49 años, el 46,2 % de los hombres y 58,1 % mujeres de la población de Kinshasa no ha podido completar la educación secundaria, en tanto que a nivel país estas cifras se elevan a un 74,8% de los hombres y 87,8% de las mujeres.

La educación no es obligatoria ni gratuita. Hay 10 millones de niños sin escolarizar; sólo uno de cada cuatro acaba la educación primaria, habitualmente una niña; el acceso de las niñas a la educación secundaria es prácticamente inexistente.

El 75% de las escuelas se encuentran en mal estado, no tienen agua ni alcantarillado. El profesorado no tiene preparación suficiente, y no dispone del material didáctico necesario.

Proyecto para mejorar la situación nutricional de los niños de Kimwenza:

PRESUPUESTO: Ingresos  
Petición Fundación Roviralta 2.000
Fundación Amigos de Monkole 2.000
Fondo María Felicidad Jiménez ferrer 1.000

Creación de cantinas populares para mejorar la situación nutricional de los niños de Kimwenza

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