Amigos de Monkole lanza el pódcast ‘Voces del Congo’ para dar a conocer la realidad del país africano

Este pódcast estará disponible en las plataformas Spotify e Ivoox.

La Fundación Amigos de Monkole, con sede en Madrid, ha puesto en marcha el pódcast mensual Voces del Congo donde se recogerán diferentes testimonios y experiencias que acerquen al público la realidad de la República Democrática del Congo desde distintas perspectivas. Este pódcast estará disponible en las plataformas Spotify e Ivoox.

El pódcast, que está dirigido por Almudena Yebra (Técnica de Educación de la Fundación Amigos de Monkole), nace con el propósito de escuchar, comprender y sobre todo dar voz. El productor ejecutivo del pódcast es Gabriel González-Andrío, Director de Comunicación de Amigos de Monkole. TUCÁN Producciones ha sido la encargada de hacer realidad este proyecto.

Durante los próximos episodios de esta temporada, pasarán por este espacio doce voces, doce personas vinculadas de distintas maneras a la República Democrática del Congo. Personas muy diferentes pero con algo en común: todas ellas trabajan día a día para construir un futuro mejor.

Entre las voces que protagonizarán este espacio estarán la médico y misionera Ana Gutiérrez, Nicole Ndongala (Directora General de la Asociación Karibu y miembro del Consejo Asesor de Casa África) y Candelas Varela, secretaria administrativa de la Escuela de Enfermería ISSI del hospital materno infantil Monkole.

Este país, situado en el corazón de África, es cuatro veces más grande que España y cuenta con más de 100 millones de habitantes, 20 de ellos en su capital, Kinshasa.
El Congo es un lugar con una inmensa riqueza natural y cultural. Alberga el segundo bosque tropical más grande del planeta, después del Amazonas y su territorio contiene hasta el 70 % de los minerales estratégicos del continente africano. Además a nivel cultural, el Congo cuenta con más de 450 grupos étnicos y en todo el territorio se hablan más de 700 lenguas y dialectos.

Pero el Congo también es un lugar marcado por enormes desafíos: más de 25 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda y la esperanza de vida es de alrededor de 63 años. Además la violencia armada en el este del país, vinculada al control de recursos minerales, ha provocado recientemente el desplazamiento interno de más de 7 millones de personas.

La Fundación Amigos de Monkole, con sede en Madrid (España), nació en 2017 y cuenta con el sello “Dona con Confianza” de la Fundación Lealtad. Desde sus inicios ha ayudado ya a más de 150.000 personas en el Congo, principalmente niños y mujeres en situación de vulnerabilidad. En la actualidad Amigos de Monkole cuenta con 13 proyectos en este país africano, muchos de ellos a través del hospital materno infantil Monkole, en Kinshasa. Se puede colaborar con estos proyectos a través del Bizum 03997.

Al pódcast se puede acceder a través del siguiente enlace:

Proyecto de becas escolares en ABC

El milagro de la vuelta al cole en el Congo

Pocas familias pueden pagar las matrículas de 250 euros en este pobre país africano marcado por la guerra.

Aurelie, de nueve años, quiere ser astronauta; a Émile, de diez, le gustaría ser médico y Juliette, de doce, confía en llegar a ser profesora. Todos ellos sueñan con tener un futuro dentro o fuera de la República Democrática del Congo (RDC).

Monkole en Vozpopuli

De Vallecas a Kinshasa: el oasis español del Congo que salva miles de vidas al año

En medio del caos, de la pobreza y de la suciedad, en Kinshasa hay un pequeño paraíso. Monkole es hoy referencia, esperanza y asilo para miles de personas.

La República Democrática del Congo es, definitivamente, un país olvidado. Unos pocos días estando allí, viendo las desastrosas calles de su capital (Kinshasa) y el doloroso modo de vida de su gente, bastan para darse cuenta de que, desde hace mucho tiempo, el Congo ya no interesa a nadie, ni siquiera a ellos mismos.

Becas escolares en Omnes

Amigos de Monkole busca escolarizar niños de orfanatos en R.D. del Congo

La Fundación Amigos de Monkole ha puesto en marcha en España una campaña para escolarizar este curso a 50 niños de dos orfanatos del municipio de Mont-Ngafula, en la R.D. del Congo, donde existe una tasa de paro del 82 por ciento y  muchas familias viven en extrema pobreza. 

Amigos de Monkole en Radio María

Recientemente, la Fundación Amigos de Monkole ha recibido ayudas de la Fundación Ordesa (40.000 euros) e Ibercaja (2.000 euros) para el proyecto de Neonatología de Monkole. ¿Cómo valoras este apoyo para impulsar este ambicioso proyecto? Es algo muy de agradecer. Creo que es un signo de empresa o institución saludable aquella que colabora con los más necesitados. Muchas veces, cuando se da ayuda económica surgen las dudas de si se va a emplear ese dinero correctamente. En este caso he sido testigo de que las ayudas llegan, y son muy necesarias. El dinero no es la solución de todo, pero es necesario un mínimo para poder arrancar en algunos aspectos. Creo que cada uno debemos colaborar en lo que está en nuestra mano, en nuestro área de influencia. La Fundación Ordesa y la Fundación Ibercaja han destinado dinero, que es algo que pueden hacer, y entregarlo a la fundación amigos de Monkole es garantía de su correcta utilización.

Para que tengan vida

Paludismo (malaria). Anemia de células falciformes: una enfermedad adaptativa al paludismo pero que conlleva problemas de salud. Conoceremos el Hospital Monkole, en la República Democrática del Congo, iniciativa tras la beatificación de Don Álvaro del Portillo. Con Ricardo Gómez (pediatra), Gonzalo Ares (neonatólogo) y Enrique Barrio, presidente de la fundación Amigos de Monkole.

Proyecto Alma en Clínica Universidad de Navarra

Especialistas de la Clínica y estudiantes de Medicina chequean la salud básica en comunidades vulnerables de Ecuador

Más de 600 personas de comunidades costeras en situación de alta vulnerabilidad han recibido atención médica básica gracias al Proyecto Alma, una iniciativa conjunta de la Clínica Universidad de Navarra, la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, Savinco y la Fundación Amigos de Monkole.    

Durante las dos primeras semanas de agosto, un equipo de estudiantes de 4º curso de Medicina de la Universidad de Navarra realizó un voluntariado sanitario en la península de Santa Elena y otras localidades de la Ruta del Spondylus, en Ecuador. En total, los alumnos llevaron a cabo unos 600 chequeos médicos.

Proyecto Alma en Pamplona Actual

Estudiantes de Medicina de la Universidad de Navarra atienden a más de 600 personas en comunidades de Ecuador

Más de 600 personas en situación de extrema vulnerabilidad de la costa ecuatoriana han recibido atención médica básica gracias al Proyecto Alma, una iniciativa conjunta de la Clínica Universidad de Navarra, la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, la empresa Savinco y la Fundación Amigos de Monkole.

Redescubriendo la pobreza en Kinkwemi

Y por supuesto, nos hemos vuelto a convencer de nuestro lema en este viaje: que con muchos pocos podemos hacer mucho. Cada ayuda cuenta, y entre todos podemos cambiar muchas vidas. Gracias una vez más (no nos cansaremos de decirlo) a todos los que formáis parte de esto y hacéis posible que los proyectos de Amigos de Monkole salgan adelante. Sin vosotros nada de esto sería posible. Aquí en Kinshasa no saben vuestros nombres, pero os llevan grabados en el corazón.

Nuestra experiencia en el Congo está llegando ya a su fin; nos quedan por vivir solo los últimos coletazos de este viaje inigualable que nunca olvidaremos. Este fin de semana, nuestro último en Kinshasa, hemos visitado el poblado de Kinkwemi, a las afueras de la ciudad, una escapada acompañada de ese aire de melancolía que definen las últimas veces de algo bonito.

Nuestra experiencia en el Congo está llegando ya a su fin; nos quedan por vivir solo los últimos coletazos de este viaje inigualable que nunca olvidaremos. Este fin de semana, nuestro último en Kinshasa, hemos visitado el poblado de Kinkwemi, a las afueras de la ciudad, una escapada acompañada de ese aire de melancolía que definen las últimas veces de algo bonito.

El poblado, donde viven apenas 20 familias, es totalmente distinto a lo que hemos visto hasta ahora. El tiempo no existe, como tampoco existen las normas. Cada uno vive como quiere, sin prestar demasiada atención a lo que está bien y lo que está mal. 

Y por supuesto, nos hemos vuelto a convencer de nuestro lema en este viaje: que con muchos pocos podemos hacer mucho. Cada ayuda cuenta, y entre todos podemos cambiar muchas vidas. Gracias una vez más (no nos cansaremos de decirlo) a todos los que formáis parte de esto y hacéis posible que los proyectos de Amigos de Monkole salgan adelante. Sin vosotros nada de esto sería posible. Aquí en Kinshasa no saben vuestros nombres, pero os llevan grabados en el corazón.

La situación allí es compleja: viven con más libertad y tranquilidad que en la ciudad, no cabe duda, pero la miseria es aún mayor, porque la esperanza en un futuro mejor es algo desconocido. Sin embargo, las sonrisas están siempre dibujadas en el rostro de los cientos de niños que no se despegan de nosotros, y que no viven con la cabeza metida en el móvil como en Europa. 

La situación allí es compleja: viven con más libertad y tranquilidad que en la ciudad, no cabe duda, pero la miseria es aún mayor, porque la esperanza en un futuro mejor es algo desconocido. Sin embargo, las sonrisas están siempre dibujadas en el rostro de los cientos de niños que no se despegan de nosotros, y que no viven con la cabeza metida en el móvil como en Europa.

Aparte de jugar hasta la extenuación, chapurrear el lingala como podemos y bailar y cantar alrededor del fuego sin vergüenzas bajo la luz de la luna, también hemos repartido a las familias de la zona alimentos, medicinas y ropa, cosas básicas, pero a las que no tienen fácil acceso, no solo por las estrecheces económicas, sino también por la pésima comunicación con la ciudad. 

Aparte de jugar hasta la extenuación, chapurrear el lingala como podemos y bailar y cantar alrededor del fuego sin vergüenzas bajo la luz de la luna, también hemos repartido a las familias de la zona alimentos, medicinas y ropa, cosas básicas, pero a las que no tienen fácil acceso, no solo por las estrecheces económicas, sino también por la pésima comunicación con la ciudad.

Una vez más, después de haber pasado dos días completos con ellos, hemos redescubierto las dos pobrezas del mundo: la material, que por desgracia ahoga a millones de personas en África; y la espiritual y moral, que está matando poco a poco a Europa. Quizá nosotros les estamos ayudando a salir adelante, pero ellos nos han cambiado la vida, porque nosotros también somos pobres y no lo sabíamos. 

Una vez más, después de haber pasado dos días completos con ellos, hemos redescubierto las dos pobrezas del mundo: la material, que por desgracia ahoga a millones de personas en África; y la espiritual y moral, que está matando poco a poco a Europa. Quizá nosotros les estamos ayudando a salir adelante, pero ellos nos han cambiado la vida, porque nosotros también somos pobres y no lo sabíamos.

Y por supuesto, nos hemos vuelto a convencer de nuestro lema en este viaje: que con muchos pocos podemos hacer mucho. Cada ayuda cuenta, y entre todos podemos cambiar muchas vidas. Gracias una vez más (no nos cansaremos de decirlo) a todos los que formáis parte de esto y hacéis posible que los proyectos de Amigos de Monkole salgan adelante. Sin vosotros nada de esto sería posible. Aquí en Kinshasa no saben vuestros nombres, pero os llevan grabados en el corazón.

Y por supuesto, nos hemos vuelto a convencer de nuestro lema en este viaje: que con muchos pocos podemos hacer mucho. Cada ayuda cuenta, y entre todos podemos cambiar muchas vidas. Gracias una vez más (no nos cansaremos de decirlo) a todos los que formáis parte de esto y hacéis posible que los proyectos de Amigos de Monkole salgan adelante. Sin vosotros nada de esto sería posible. Aquí en Kinshasa no saben vuestros nombres, pero os llevan grabados en el corazón.