El objetivo del proyecto TEJIENDO FUTURO es de ayudar a más de 200 niñas y mujeres jóvenes cada año, de entre 12 y 22 años del municipio de dos municipios periféricos de la ciudad de Kinshasa, al saber, Mont-Ngafula y Selembao, que nunca fueron a la escuela o interrumpieron su escolaridad debido a la incapacidad económica de sus familias; a complementar su educación primaria y secundaria con el fin de obtener un certificado nacional al final de su formación.

El proyecto responde a unas necesidades básicas de la población beneficiaria, como es la de acceder a la educación para niñas y mujeres jóvenes en edad escolar, la capacitación profesional, así como los empleos para sus jóvenes; y la disposición de recursos para los estudios de estas niñas y mujeres jóvenes. Responde también a las necesidades de las familias de estas, y de toda la sociedad, en concreto contar con instituciones de capacitación para sus jóvenes cuando llegan a edad activa.

El objetivo del proyecto es de aportar una respuesta global a los problemas que afectan a niñas y mujeres jóvenes de sectores sociales más vulnerables y que la mantienen en una situación de pobreza multidimensional; a saber: la falta de educación, la dependencia económica y todos tipos de violencias consecuencia de su ignorancia y de las desigualdades sociales.

Por ello, el proyecto se propone contribuir a una mejora tangible de su nivel educativo y profesional; a la promoción de los derechos Humanos, especialmente los Derechos de la Mujer y el liderazgo de las niñas y mujeres jóvenes de 12 a 22 años en los barrios periféricos de la ciudad de Kinshasa, todo con el fin de colaborar a restaurar los valores ciudadanos y luchar contra las violaciones de derechos de las mujeres que ralentizan el desarrollo inclusivo de la República Democrática del Congo.  Por ello, aporta capacitación en todos estos ámbitos a saber:

• Complemento de educación básica primaria y capacitación en costura.
• Sensibilización en cuestiones de derechos humanos.
• Capacitación en liderazgo.

Mont-Ngafula y Selembao son municipios con altos niveles de pobreza y desigualdad social:

Mont-Ngafula, con una superficie de 358,92 km², cuenta con más de 354.178 habitantes. Es una población con escasos recursos. La gran mayoría (cerca de 80%) no tiene empleo formal, vive al día con las pequeñas actividades de sobrevivencia que apenas llega a cubrir los gastos de primera necesidad (mínima alimentación y vivienda, si así se le puede llamar), la salud y la escolaridad están a veces fuera de su alcance.

El municipio de Selembao, también con más de 335 581 habitantes, es uno de los más pobres del área urbana de Kinshasa. Esto se manifiesta en particular por la falta de instalaciones públicas, en particular de instalaciones sanitarias. La insalubridad de las calles es evidente: la basura se tira por las calles y las cunetas se utilizan como basureros.

Además, los comerciantes y la administración local son responsables de la insalubridad que allí reina. Este relativo “abandono” del municipio por parte de los poderes públicos hizo que la población se enfadara bastante con ellos; Así, los habitantes de Selembao son bastante virulentos y rebelde; el bandolerismo, y en particular el fenómeno de los “Kuluna”, -grupos de jóvenes a menudo armados con machetes u otras armas contundentes, y dedicados al saqueo o incluso a veces a la violencia gratuita- es un fenómeno corriente entre los jóvenes, quienes por la mayoría son sin ocupación.