Proyecto Benoît: urgencia médica solidaria
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En Kinshasa, miles de personas viven sin acceso real a la atención médica básica. Para muchas familias, una simple urgencia o una intervención quirúrgica imprevista puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. El Proyecto Benoît nace para dar respuesta a esta necesidad urgente: ofrecer asistencia médica y quirúrgica gratuita o a bajo coste a personas sin recursos, garantizando una atención digna en los momentos más críticos.
La Fundación Amigos de Monkole impulsa este programa en colaboración con el Hospital Monkole y su red de tres centros médicos periféricos —Eliba, Moluka y Kimbondo— situados en zonas especialmente vulnerables de la periferia de Kinshasa. En estos centros se atiende cada año a más de 17.000 personas, en su mayoría mujeres embarazadas, madres lactantes y niños pequeños, proporcionando servicios de medicina general, urgencias, partos, consultas prenatales y postnatales.
Un contexto de urgencia
En la República Democrática del Congo, el acceso a servicios sanitarios de calidad sigue siendo un privilegio. La falta de medios en los hospitales públicos —salas hacinadas, escasez de material esterilizado, camas compartidas y condiciones insalubres— favorece la propagación de infecciones y pone en riesgo la vida de los pacientes.
Según datos de la OMS, las infecciones postparto se encuentran entre las tres principales causas de mortalidad materna en el país. La precariedad de la atención sanitaria y el desconocimiento de las pautas básicas de higiene agravan la vulnerabilidad de las mujeres en edad fértil.
Qué hacemos
- Asistencia médica y quirúrgica urgente a pacientes sin recursos, cubriendo parte o la totalidad de los gastos de hospitalización, material y medicamentos.
- Atención primaria accesible en los dispensarios de Eliba, Moluka y Kimbondo, con tarifas simbólicas de unos 500 francos congoleses (0,40 €) por consulta prenatal o postnatal, y medicamentos dispensados a un 25 % de su coste real.
- Apoyo financiero al Hospital Monkole para compensar el déficit que genera la atención solidaria y mantener la sostenibilidad de estos servicios.
- Educación sanitaria preventiva para madres y familias, especialmente sobre higiene postparto, nutrición infantil y cuidados básicos en el hogar.
Un homenaje con nombre propio
El proyecto lleva el nombre de Benoît, un niño congoleño cuya historia refleja la fragilidad del sistema de salud y la esperanza que puede surgir cuando la solidaridad se transforma en acción. Su caso inspiró el nacimiento de esta iniciativa, que hoy continúa salvando vidas y dando apoyo a cientos de familias cada año.
Impacto y continuidad
- Más de 17.000 personas atendidas cada año en los tres centros periféricos.
- Reducción de la mortalidad materno-infantil en zonas con escaso acceso a hospitales.
- Mantenimiento de un modelo sanitario solidario y sostenible, que garantiza atención de urgencias a quien más lo necesita.
- Participación activa de médicos, enfermeras y voluntarios locales e internacionales que refuerzan las capacidades del personal sanitario.
Por qué es necesario
En un contexto donde la pobreza y la falta de medios médicos pueden convertir una urgencia en una tragedia, el Proyecto Benoît representa un compromiso permanente con la vida y la dignidad humana. Es la expresión más directa del lema de la Fundación Amigos de Monkole: hacer accesible la salud a todos, sin excepción.




