Esta aventura no ha hecho más que empezar, pero está dejando una huella profunda, al menos en nuestra historia. Y mientras nosotros estamos aprendiendo a mirar el mundo a través de unos ojos nuevos, seguimos, cada uno como buenamente sabemos, intentando ayudar lo máximo posible.

En esta nueva visita a Kinshasa hemos podido ver de primera mano lo que ocurre allí. En palabras de uno de los presentes “es un milagro y nos va a marcar para siempre”. 

La educación en la República Democrática del Congo sigue siendo un tema muy delicado, y hay cientos de niños y niñas como Dimercieu, Emma, Peter, Julia, Arline, Mate, Mani, o Tatiana, que viven en orfanatos, sin un pasado claro y sin un futuro esperanzador. Pero todos ellos nos han robado el corazón.

En esta nueva visita a Kinshasa hemos podido ver de primera mano lo que ocurre allí. En palabras de uno de los presentes “es un milagro y nos va a marcar para siempre”. La educación en la República Democrática del Congo sigue siendo un tema muy delicado, y hay cientos de niños y niñas como Dimercieu, Emma, Peter, Julia, Arline, Mate, Mani, o Tatiana, que viven en orfanatos, sin un pasado claro y sin un futuro esperanzador. Pero todos ellos nos han robado el corazón.

Cada minuto con ellos está trayendo un aprendizaje nuevo: sus miradas, sus gestos, sus ilusiones, su agradecimiento ante lo que para nosotros es una simple tontería… sin ellos saberlo, con todo eso, a cada instante nos enseñan algo nuevo.

Esto nos ha servido para que entiendan un poco mejor uno de los objetivos base de Monkole: que cada persona que se acerque al proyecto, salga con un poco más de dignidad, de esperanza y de amor.

Por ello, en ese afán de luchar por un futuro mejor para todo aquel que se acerque a cualquiera de las iniciativas de Monkole, nos hemos marcado un objetivo para este verano: escolarizar a 40 niños de Kinshasa que nunca han tenido la oportunidad de ir al colegio. Porque sin educación, el futuro es casi imposible.

Y para eso, necesitamos tu ayuda. Porque muchos pocos, hacemos mucho. ¡Contamos contigo! Si te gustaría ayudar a todos estos niños, con nombre y apellido, un rostro lleno de ilusiones y un futuro todavía por hacer, puedes colaborar aquí:

Esta aventura no ha hecho más que empezar, pero está dejando una huella profunda, al menos en nuestra historia. Y mientras nosotros estamos aprendiendo a mirar el mundo a través de unos ojos nuevos, seguimos, cada uno como buenamente sabemos, intentando ayudar lo máximo posible.

Entradas recomendadas

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *