
Jóvenes de La Farga viven una experiencia solidaria en Camerún junto a la Fundación Amigos de Monkole
Durante los últimos 15 días, un grupo de alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio La Farga ha vivido una experiencia solidaria inolvidable en Camerún, participando en un proyecto impulsado por la Fundación Amigos de Monkole. Su destino fue Ebolowa, donde trabajaron en la construcción de un colegio y en diversas tareas de apoyo a la comunidad local del Colegio Azobe.

Antes de partir, los estudiantes organizaron más de 500 kilos de material solidario: libros, ropa deportiva, balones, material para manualidades, medicamentos, e incluso un proyector y un altavoz para las actividades culturales. Todo ello fue donado por las familias del colegio y se convirtió en un valioso apoyo para las necesidades del Colegio Azobe y de la parroquia de la zona.
Durante las mañanas, los alumnos se dividieron en equipos para avanzar en la construcción de dos ermitas y de un nuevo espacio educativo. A pesar del esfuerzo físico y las altas temperaturas, consiguieron dejar sentadas las bases de ambos edificios. También realizaron tareas de jardinería, montaje de muebles y plantaron 30 árboles para mejorar el entorno del colegio.

Las tardes se llenaron de risas y complicidad: juegos, concursos de baile y actividades de manualidades con los niños de la parroquia, momentos que sirvieron para compartir culturas y crear lazos de amistad. Además, los jóvenes participaron en una adoración eucarística para preparar el Corpus, asistieron a una misa africana llena de cantos y bailes, y visitaron la casa de las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, donde cantaron a los enfermos.
El compromiso también fue económico: se entregaron 1.000 euros para becas escolares, se repartieron 100 escapularios a los niños y se enviaron 12 maletas de ropa deportiva, medicamentos y libros. Gracias a los “ladrillos solidarios” promovidos antes del viaje, se recaudaron más de 2.000 euros, que ayudaron a financiar parte de la construcción.
Hubo también momentos de descanso y celebración. Una excursión a la costa de Kribi les permitió conocer la belleza natural de Camerún y su cultura, y el grupo celebró incluso el santo de uno de los participantes con una pequeña fiesta. El viaje coincidió además con la publicación de las notas de la EBAU, convirtiendo a los voluntarios en universitarios mientras seguían trabajando por una causa solidaria.
Como gesto final, un padre de la comunidad quiso agradecer su labor regalándoles 20 garrafas de agua y refrescos.
En resumen, esta iniciativa —promovida por la Fundación Amigos de Monkole— ha contribuido al desarrollo educativo del Colegio Azobe y ha dejado una huella imborrable en todos los participantes. Una experiencia de solidaridad, aprendizaje y compromiso que construye futuro y esperanza.
¡Gracias a todos los que lo habéis hecho posible!
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